Nobody said it was easy

Tengo miedos,demasiados se podría decir. Miedos con los que uno se termina acostumbrando, miedos hechos de inseguridades. Miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido.. como el miedo a la muerte. Aunque al que más miedo le tengo, es el miedo a no verte más o que nada vuelva a ser como antes. Tengo tanto miedo, que me da miedo pensar en ello. Por eso intento no pensar demasiado, aunque  me es casi imposible, por lo que intento que los demás no noten mis miedos o mi inseguridad.
Tengo tantas cosas malas y defectos que no terminaría nunca de hablar de ellos, pero algo bueno que tengo y que estoy orgullosa de ello, es mi carácter, nunca puedo dejar de sonreír. Me cuesta mucho, puedo estar enfadada o sin ganas de nada, pero mi sonrisa siempre me acompaña. Sé que aveces es muy duro sonreír, que hay momentos en los que crees que nada es adecuado, pero siempre hay un momento en el que una sonrisa ayuda a levantarte y a tirar para adelante. Para mi es necesario. Anoche sin ir mas lejos, estaba en sumo estado de tristeza, no tenía ganas de nada, porque nada aliviaría mi dolor, bueno sí, claro que sí hay algo que lo aliviaría pero en este momento es casi imposible que pase.. Anoche eran problemas, rayadas de cabeza, tristeza.. y de repente me meto en una red social , un mensaje de que me han enviado una sonrisa. Y en ese momento era lo que necesitaba, una sonrisa que hacía meses que no veía, pero en ese momento fue como volver a verla. Algunos pensarán que es estúpido que te manden por un mensaje una sonrisa, pero siempre ayuda y más si es de alguien especial. Por lo que nunca dejes de sonreír.

Porque como dicen sonríe aunque estés triste, porque nunca sabes cuando se pueden enamorar de tu sonrisa :)

Belief

Mariajo era una chica que no fue capaz de decirle al chico de sus sueños lo que sentía. Que lo quería hasta morir, que soñaba con él, que cada abrazo que le daba la hacía subir hasta la nube más alta. Alguna vez tuvo la oportunidad de ser feliz junto a él, pero la inseguridad le jugaba malas pasadas. Ella nunca fue la chica a la que todos admiraban, quizás por eso tenía miedo. Pero siempre tuvo algo claro, que era el chico con el que quería pasar el resto de sus días. Lo calificaba de perfecto. Siempre dijo que algún día se casaría con él, que quería dos niñas y un niño. Él la quiso, y la quiere, estoy segura de ello. Aunque ella solo repite que son amigos, lo hace una y otra vez. Por eso quizás tenga miedo, tiene miedo a perderle. Lo que ella no sabe es que saldría ganando ,seguro, segurísimo que saldría ganando, ganaría al chico de sus sueños y una amistad que ni los años ni las malas lenguas harían que muriera, al contrario , haría de su amistad un muro de hormigón. Aunque ella es la que decide, es la única que tiene derecho a decidir. Ella es la dueña de su vida.

Hoy, mientras se decide , busca un lugar donde el recuerdo la quiera olvidar.

Quizás la suerte esté de tu lado

 Ese tren que hizo remover tus entrañas cuando se puso en marcha. A la ida emoción, intriga, nervios. A la vuelta tristeza, únicamente tristeza. Te llevó al lugar que siempre, soñaste. Sí, ese en el que cada noche veías en tus sueños. El lugar perfecto y la gente perfecta. Nunca pensaste que llegaría ese día. Y hoy al recordarlo ,ríes acordándote de esos maravillosos momentos. Pero te dan ganas de llorar y gritarle a todo el que pase por debajo de tu ventana, que quieres vivir, vivir como viviste esos días en ese lugar. Porque esto no es lo que querías. Y ahora solo te queda esperar. Esperar a que la suerte vuelva a ti y te sonría, aunque solo sea por unas semanas o quizás unos años, o el resto de tus días..

Un tren de madrugada consiguió trazar la frontera entre siempre o jamás.