Siempre se repite la misma historia. Blancanieves es envenenada por la bruja y el príncipe la salva. A la Bella Durmiente el príncipe la salvó de un coma profundo. A Caperucita la salvan y el lobo no se la come. ¡Maldita sea! ¿Y quien salva a toda la gente que lucha por sus derechos, a todo el que muere por manos de un capullo que no tiene corazón? ¿Y quien salva a la niña que llora cada noche cuando nadie la escucha? ¡Quien cojones nos salva a nosotros! Y siempre se repite la misma historia...

Fight

No siempre se gana. Por desgracia hay veces que aunque luchemos no seremos los vencedores. En toda guerra siempre hay un perdedor y en este caso me ha tocado a mi. Pero todo depende de ti. De tu forma de pensar y de cómo afrontas esa derrota. No por no ser el vencedor tienes que rendirte o venirte a bajo. Sería lo más absurdo. Hace unas semanas aún sabiendo que mis oportunidades eran casi nulas ,me arriesgué. Cogí aire y llené mis pulmones con esperanza y fuerza. Abrí mi corazón con cuidado para intentar no dañarlo mucho. Conseguí un "lo siento". Desde ese momento odio esas dos palabras. Lo único que venía a mi mente era por qué pide perdón, unas horas después lo entendí. Unos minutos más tarde creí estar bien, pero cuando me quise dar cuenta mi corazón estaba completamente rasgado y destrozado por completo. Ahí fue cuando entendí el significado de sus palabras. También añadió un " No quiero desaparecer de tu vida" que quizás fue lo que me hizo intentar no tirar la toalla. Aunque en esos momentos es inevitable perder el control y adentrarte en un círculo de caos mental. Es mejor no pedir ayuda. Sé fuerte y afronta tus miedos, me dije. Y hoy día me alegro de haberlo echo. Todo volvió a ser como antes, aunque no del todo si digo la verdad, hace demasiado que no le veo y eso no me gusta. A veces pienso que no fue tan real lo que sentí, no lo niego, pero quizás no era lo que verdaderamente creía sentir o lo que buscaba y por ello he decidido dejarle ese tema al destino. Ya que una vez lo hizo jodidamente bien, me lo dio todo, aunque por desgracia me lo quitó. Pero a base de palos se aprende, y por ello no voy a dejar que se me venga el mundo encima.

Sigo intentando recordar la razón por la que hoy derramé alguna que otra lágrima. No sé si desesperación, impotencia o las ganas de seguir adelante y ver que siempre hay algo que me lo impide. ¡Maldita sea! Intenté sobrepasar la barrera que hay en mi mente. Mis piernas temblaban, mi boca se quedaba sin aliento y mis pulmones sin oxígeno. Sin saber cómo, sentí que me quedaba sin oxígeno, que algo se estaba agarrando a mi espalda a la altura de mi cintura y me estaba quitando el poco aire que tenía en mí. Me ahogaba, creí que sería cuestión de segundos que me desplomara sobre aquel terragal. Por suerte siempre hay alguien que tira de mi, que me hace sentir bien aunque solo sea con un" ¿Cómo estás, mejor ya?" y camine a tu lado.