Me avisaste con minutos de antelación. No pude ponerme mi mejor vestido,ni mi carmín rojo preferido, ni arreglarme el pelo. Aparecí con las ojeras propias de un día de entre semana, era lo único de destacaría en mí, ah y mi sonrisa. Era una cita un tanto precipitada, después de meses. Después de años esperando un momento así. Y yo con esas pintas.. Supe que no te retrasarías ni un minuto. Me iba acercando. Ya podía verte, mi ritmo cardíaco aumentó. Aún no se exactamente el motivo, pero siempre me pasa. Estaba horriblemente nerviosa. Cortaste mi respiración solo con sentirte. "¡Un café solo, por favor!" Mi sonrisa lucía nerviosa, tímida como el primer día. Dios santo, recuerdo el primer día. No sabes lo mucho que me pudo durar esa felicidad con solo verte unos minutos. Uno frente al otro. Era absurdo, pero había tanto que contar, tanto que preguntar, tanto que obviar, tanto que decir, tanto que reír. Tanto, que mi café se enfrió. A decir verdad me sentí aliviada aún tener que volver al punto en el que unos cuantos meses atrás te hallabas. No sabes lo jodidamente feliz que me hiciste. Me sentí frustrada tantas noches, no sabes cuantas noches. Creí que todo había cambiado, creí que te habían cambiado. Espero que todo salga como planeo y en unos meses recibas una carta donde mi persona sea el remitente. Planearé de nuevo todo, lo mediré bien, y todo irá a la perfección. Será el mejor año. Sí, espero que lo sea. Es hora de que lo sea.
Darling, you can make your life
look pretty add a little ice and gin.