Me duele la cabeza. Estoy aturdida. Abro los ojos. Estoy en una habitación color morado. Dos mantas cubren mi cuerpo. Oigo un ruido, tirito de frío. Corriendo, me levanto. La ventana no está bien cerrada. Dios maldito frío. Espera, sonrío. Es un lugar precioso, hay un bosque a lo lejos,puedo ver la humedad de la madrugada. Me pregunto:"¿Esto es real,estoy realmente aquí?". Abro la ventana de par en par. Necesito comprobar si todo esto es verdad. Sí, el frío y la niebla se apoderan de mi. Cierro la ventana antes de que se me congelen los huesos. Alguien viene. Me meto corriendo en la cama y simulo que estoy dormida. Abren la puerta blanca. Y un "buenos días" se oye, se acaba de levantar, seguro. Se le nota cansada. Me levanto. Y me dirigió a la cocina. Hay café y galletas para desayunar. Después me voy al baño. Necesito una ducha con agua muy caliente. Los cristales están empañados. Dibujo una sonrisa en el cristal. Ya estoy lista. ¡Ah no! Me pongo delante del espejo y sonrío. Como una tonta. Pero una tonta feliz. Cojo mi abrigo. Salimos de la casa. Al parecer hemos quedado. Llegamos a nuestro destino tras unos minutos caminando entre el frío penetrante. Ahora sí. Estoy en el lugar apropiado, veo a gente a lo lejos. Sí, sin duda esto me es familiar. Radiantes, unas sonrisas perfectas. Intactas, como si el tiempo no hubiera pasado por ellas. Me miran, creo que me han reconocido. Sí, claro que sí, me están pidiendo una cerveza. Me acerco y les abrazo. Que bonito es el frío. No lo recordaba tan perfecto.
Ahora el mayor de mis problemas es no dormirme, imagínate que no es real y vuelvo a aparecer en un lugar donde no pertenezco, ¿que locura no?