Bienvenidos al baile de máscaras, al desfile de los cuerpos sin alma, la mirada salvaje y la tentación.

Translate
lunes, 17 de junio de 2013
Wine and Water
Y sentirte viva de nuevo cuando recorre sus dedos por tu cuello. Cuando te aparta el pelo y te lo pone tras la oreja , ese mechón bendito. Sientes un escalofrío placentero que te recorre toda la médula de arriba hacia abajo varias veces. Te mira con esos ojos claros que parece que miran en tu interior, que en realidad ven hasta el último rincón de tu alma. Miran donde tu nunca alcanzaste a ver. Te transmite una tranquilidad indescriptible. Cuando te coge la mano te tiembla todo el cuerpo...Esos ojos verdes se convierten en marrones oscuros. Estás agotada. No tienes fuerzas para caminar, para mantenerte de pie ni un segundo más. Te desplomas, buscas el punto más estable. Jadeas. Pulso acelerado. Levantas la mirada y está allí. Un vamos, tu puedes, lo has echo.- lo acompaña. Te ayuda a recuperar la estabilidad que perdiste, como aquella vez. Esto te hace tambalear, sensación de cansancio, de mareo. Te agarra, te lleva a un lugar seguro. Te mira, y te pones tan nerviosa que tu ritmo cardíaco se acelera. Él lo nota, y te agarra el brazo, como queriéndote decir; estoy aquí, no te preocupes, no te pasará nada. Y mientras habla te rodea el brazo con el suyo y lo acaricia con suavidad. Y sin quererlo vuelves a la realidad. Estás sola. Los demás no. Esperas un milagro, una llamada o un mensaje quizás, que diga, ve al aeropuerto tal día o un te echo de menos, me gustaría volver a verte. Pero el tiempo pasa, las circunstancias cambian y sigues con la misma ilusión que aquel día cuando diste -te quiero- y un volveré. Te volveré a ver. Ya perdiste la cuenta de las noches que soñaste con el reencuentro, el tiempo no había pasado para los dos y la música seguía sonando , al igual que el alcohol en vuestras venas.