Quiero ser tu "segundo cerebro", ocuparé la celda subfrénica izquierda. Me transformaré en cada una de esas 100 millones de neuronas que forman tu estómago. Seré el reservorio temporal de nuestros miedos e inseguridades, que desembocan en la calle gástrica. Las glándulas cardias y sobre todo las oxínicas (células que segregan ácido clorhídrico y el factor intrínseco de Castle) Bendito ácido clorhídrico, será nuestro sustitutivo del tequila y las noches de sexo cuando nos coma el miedo a ser algo más.
Quiero ser parte de tu caja torácica, limitándome a ambos lados el mediastino. Y tendré como protectores a las costillas y como vecino de la izquierda al corazón. Quiero ser para ti como la pleura es para los pulmones, evitando que roces directamente con la caja torácica, en nuestro caso con monstruos. No permitiré que nadie te trate como el corazón hace con el pulmón izquierdo.Ya que debido a su inclinación, clava la punta inferior(ápex) con el pulmón izquierdo, reduciendo su volumen y quitándole espacio. Maldito y acaparador corazón. Nadie se atreverá a quitarme mi lugar, soy y seré tu miocardio. No me sustituyas por cualquier corazón de vaca ya desechado por su antiguo dueño. Porque quiero que te quede claro que soy y seré tu miocardio; soy el músculo encargado de bombear la sangre por medio del sistema circulatorio a través de contracciones. Cariño, admite que ni tu eres sin mi un simple cadáver o con suerte un zombie en busca de un cuerpo que conserve su corazón intacto. Y yo sin ti soy una simple pieza sin hueco, por muy imprescindible que parezca. Ni el puzle sin mi es puzle, ni yo sin el resto soy pieza de museo.