No paro de hacerme la misma pregunta una y otra vez, y creo que no soy la única. ¿Cuál es el camino correcto? ¿Cómo sé que me hace bien y qué me hará feliz? Aristóteles definía al fin del ser humano, la razón, como la felicidad. Nos pasamos la vida buscando esa felicidad. La felicidad que creemos encontrar en cosas materiales, en nuestra familia o en uno mismo.¿Pero somos felices?¿Qué entendemos por felicidad? Creo que la felicidad es algo subjetivo. Permanente en algunos, fugaz en otros. Puede que inexistente, quién sabe. Quizás la forma de responder a estas preguntar sea viviendo, tratando de decidir lo correcto o apropiado para nosotros en cada circunstancia, dejándose llevar de vez en cuando y dando rienda suelta a nuestra imaginación y a nuestro corazón, ellos siempre sabrán que hacer. Y no hacerle tanto caso a la razón , a los cánones , al qué dirán, y a lo que me dice el de al lado, porque quizás ello no me lleve a la felicidad sino al dolor , a la confusión o a las lágrimas no deseadas por nadie. Ahora es cuando coges aire muy muy fuerte un par de veces y emprendes el camino que veas apropiado, sin pensar en el pasado, ni en lo que pasará. Piensa en hoy, mañana como muy mucho, en pasado ya no merece la pena.
Los que realmente son felices son los críos. Ojalá pudiera volver a tener 5 años, la edad perfecta. Ríes por todo, no existe nada que te pueda hacer daño, excepto una caída con la bici, una rozadura cuando tropezaste. No existen preocupaciones, eres el centro de atención en casa, todos tratan de que no te falte nada, de que estés bien. No existen problemas, ¿dinero? sí un trozo de hoja pintado con el que jugar a las tiendecitas. Coger una mesa y algo de la cocina y la despensa e irte a jugar con tus amigas y tus primas a las tiendas. O quizás con las muñecas. Puede que lo que nos molestara fuera perdernos los dibujos porque mamá se enfadó o no poder comprar todas las chuches que quieres porque se te pican los dientes. Bendita infancia. ¿Quién no querría volver a ella?
