Todo es una batalla continua. Aprendí a que nunca hay que rendirse. Ser fuerte y sacar una sonrisa en los peores momentos es de ser un valiente. Y los valientes antes o después ganan, y cuando lo hacen , es a lo grande. Pero también es importante tener a tu lado a gente que te quiera y que te apoye. Es necesario tener alguien que cuando te caigas te dé la mano o que cuando te pierdas, te agarre y de te diga que no estás sola y te ayude a encontrar el sentido. Porque la vida es dura, muy dura. Pero también puede ser maravillosa. Sólo tú decides como vivirla. Que hay mejor para una noche de San Juan que estar con tus amigos, cantar a pleno pulmón hasta quedar sin voz, beber hasta perder el equilibrio y que te ayuden a retomarlo, dormir en la playa, pasar la noche con la niña la niña de tus amores, bañarte en la playa y cogelarte, y amanecer abrazada a alguien. Y para una tarde en la playa que estar con las locas que hacía meses que no estabas con ellas, tumbarte a tomar el sol, un baño que otro, y que uno de los niños mas bonitos vaya a la playa a visitarte y aparezca con cerveza bien fría, conversaciones mientras anochece, personas que te sacaban la sonrisa solo con mirarlas,momentos que nunca olvidarás con la puerta de un baño cerrado y de meterte hasta la cintura en el agua, un partido España-Portugal y que en el minuto 90 aún no haya nada decidido, un bar lleno de gente rezando y a la vez maldiciendo a más de uno cuando llegan los penaltiles, una llamada que te hace sonreir y casi llorar porque su tono de voz no es el mismo sin duda está mas animado y eso te hace saber que él es un autentico valiente, ganar porque somos los mejores, gritar y abrazar porque somos finalistas, que tu amor te coga la mano y puedas respirar tranquila, tumbarte en la playa de noche rodeada de gente increíble, buscar la osa mayor , la tercera o cuarta llamada de él,el valiente que te llama super contento y te habla de extremoduro y te asegura que va a ser inolvidable ese 8 de septiembre junto a él y hablar de cosas absurdas que te hacen sentir la persona más afortunada de tenerles que solo te apetece reír como una estúpida.
