Bienvenidos al baile de máscaras, al desfile de los cuerpos sin alma, la mirada salvaje y la tentación.

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lunes, 23 de julio de 2012
Me gustaría descubrir que soy valiente y que todo va a salir bien
Puede que este no sea el mejor día, la mejor semana o el mejor mes. Pero es duro estar sola. Sentirte que no eres parte de nada. Darte cuenta de que no eres lo que creías. Sentirte como un gato que le da pánico el agua y la oscuridad.Ahora soy ese gato y me encuentro en una playa y está empezando a anochecer. Ya perdí gran parte de mí una vez, y pensar que puede volver a pasar me aterra. Odio la soledad. No puedo confiar en nadie. Solo en ella. Y ella no está. Y no soy capaz de mantenerme al margen, la marea sube y todo se vuelve aún más lúgubre. Llegará el momento en el que no vea nada y se mojen mis patas. No quiero que eso pase. No sé si descubriré en mi al caer la noche que soy un gato cobarde o uno valiente. Tengo ganas de descubrirlo..
miércoles, 11 de julio de 2012
No he olvidado tus instantes II
Hoy será un largo día, me digo. Mis pies ya están cansados de caminar, pero en cambio mi alma está ansiosa por seguir adelante, por vivir cada minuto al máximo. Volvemos al mismo lugar que las noches anteriores. Y la luna sigue tan reluciente como siempre,( no era menos de esperar). Mi mirada al parecer se ha cruzado de nuevo con la suya. Me mira. Sonrío, sonríe. ¿De qué te ríes? me dice. Le respondo ,¿Yo? De nada. Pero parece que se ha dado cuenta él sólo, me dice: anoche. Todos miran. Volvemos a reír. A decir verdad no me apetece demasiado camuflarme entre las gentes, creo que hoy me mantendré al margen. Se puede palpar a simple vista el nerviosismo previo a la salida en escena. Respiran hondo. Unos setenta minutos más tarde todo ha acabado, grandes abrazos y alguna lágrima que otra hablan por sí solas.Volvemos a casa, esperaremos allí mas tranquilos el aviso.Camino de un lado para otro hasta caer rendida, casi que nos damos por vencidos. Pero llegó lo que esperamos, me pongo los zapatos y mi mochila, es hora de salir a conquistar nuevas sonrisas y a pasar un rato de esos que ni el tiempo ni la distancia hacen olvidar. Como en las películas esas que transcurren en las grandes ciudades, New York, London, o lugares similares, decidimos coger un taxi. Caminamos un poco más y entre bostezos esperamos en el sitio acordado. Un portal, un ascensor, un piso algo antiguo, un gato, si duda era el rey de la casa. Me hacía sentir bien, me sacaba esa sonrisa que trataba de esconder, pero no podía evitarla. Ya estamos todos, alguna cerveza que otra tiene que caer. ¿Tequila? Y sonríe. Quizás hoy no. Salimos de casa convencidos que volveríamos pronto, pero parece que no va a ser así. Caminamos un poco, y una vez que nos quedamos los mismos que la noche anterior, empezamos a improvisar. Con ellos no hay guión que valga. Cerraremos todos los bares, amanecerá y seguiremos con los ojos como platos. ¿Porque no tomarnos unas copa a cuenta de la casa? Que ingenuos somos. Pero al final nos quedamos, nos sellaron y pasamos gran parte de la madrugada allí. Nos quedamos solos y me dice, ¿sabes? Te vas a reír mucho, espera. Se acerca a unas chicas, me impaciento. Y de repente saca una pistola de agua y me moja. Que rabia. Pero tengo que vengarme. Y por supuesto lo hago, ahora le toca a él mojarse. Se repite esto alguna que otra vez en la noche, y termino mojada de pies a cabeza. Me presento a unos chicos escoceses y también a unas chicas que no recuerdo muy bien de donde eran, la verdad. Bailo como nunca lo hice con la sonrisa en la cara con la mejor compañía que nunca pude imaginar. Como les echo de menos, y aún ha pasado muy poco tiempo. Espero que se vuelva a repetir esa semana. Me encanta pasear por ciudades desconocidas. El encanto aún es mayor, aunque poco a poco se convertirá en mi segunda casa.Aunque como dije adoro las ciudades desconocidas ,espero impaciente a que llegué el día en el que tenga que buscar otra para perderme porque esa ya sea pura rutina.
Siempre lo quise muchísimo, pero se fue cuando era muy pequeñita de casa, ahora sin saber como, le quiero aún más.
Siempre lo quise muchísimo, pero se fue cuando era muy pequeñita de casa, ahora sin saber como, le quiero aún más.
domingo, 8 de julio de 2012
No he olvidado tus instantes
¿Te has llegado a sentir alguna vez como un artista después de su mejor actuación o cómo un niño el día de su cumpleaños mientras abre esos enormes regalos envueltos en papel de colores que esconden un mundo inimaginable? Pues si no es así, deberías probar. Es magnífico sentirse luciérnaga en una noche de plena oscuridad donde sólo la luna y las estrellas marcan el rumbo. Dejarse llevar siempre es la mejor opción.
Me contó secretos que jamás podrás imaginar. Me hizo sentir libre y grande. Me enseñó que debo alejarme de los monstruos que no me hacen bien. Me contó la forma ,la fórmula secreta para lograrlo. Ahora ya no tengo miedo, ya sé lo que tengo que hacer.Sé que tendré el mundo entre mis manos.
Miro hacia un lado y luego me centro en su mirada. Se queda sin ojos cuando se ríe y eso me encanta. Me gusta verle sonreír. Y un paso detrás del otro, encontramos el sitio donde tomar algo. Mi mirada aún es tímida, sonrío sin que se note demasiado. Miro el móvil, no ha pasado ni un minuto desde la última vez que lo miré. Me hace una pregunta y tras responderle se me escapa una sonrisa y me acusa de ello. Luego me llama cría y eso me enerva, salto como una loca. Pero en realidad me gusta, me gusta que me pique. Al siguiente día volví a cruzarme con su mirada. Un cartel anuncia el acceso directo hacia el cielo solo hay que caminar ascendiendo unos metros y será tuyo, solo tuyo . No hay motivos para no soñar. Cierro los ojos y le siento en cada nota, cada sonido que mis oídos perciben. Siento un escalofrío rodeándome cada vértebra luego llega hasta mi nuca y me susurra al oído. Se acerca la hora de la verdad. Ha sido un día largo. Unas horas más tarde amanece un nuevo día. Todos parecen agitados, caminan de un lado para otro con los nervios a flor de piel. Es el momento, me sitúo en mi lugar y me dejo asombrar como si fuera la primera vez que lo siento. Vuelve a mi ese escalofrío que la noche anterior inundaba mi cuerpo. Hace un poco de frío digo bajito. Todo ha sido un éxito, un éxito merecido. Solo se ven flashes por todos lados, inundan su persona, aplausos y ovaciones retumban en su alma, su alma pura vestida para la ocasión. ¿Quedamos en un rato? Es mi momento, es el momento de sentirle de nuevo.Una calle llena de luces brillantes. Carteles luminosos tratando de llamar la atención Un trago que otro. Una copa, quizás otras más después. Sentir el eco de su sonrisa, todo a cámara lenta y algo desenfocado. Quizás el alcohol esta circulando a demasiada velocidad por mis venas. Quizás haya más nivel del que estoy acostumbrada a tener y por eso mi estabilidad disminuye al ritmo que poso en la barra el vaso vacío. Me abraza mientras me habla, en ese momento no oigo palabra, solo veo que sus ojos se clavan en los míos y que mi piel arde cuando la suya me roza. Me advierte sobre los pasos que debo seguir. Me ha echo reflexionar. Puede que tenga razón, sí, seguro que la tiene. Mis pulmones se llenan de humo, humo que me era desconocido hace unos días. Quizás sea mejor continuar mañana. Es un nuevo día, me asomo a la ventana. Como cada mañana el caos circula en las calles, coches que pisan el acelerador para no tener que esperar en el semáforo, gentes elevando el tono más de lo normal debido a su estrés, autobuses acogiendo en cada parada....
·La verdad no sé como lo consigues pero haces todo más fácil
Me contó secretos que jamás podrás imaginar. Me hizo sentir libre y grande. Me enseñó que debo alejarme de los monstruos que no me hacen bien. Me contó la forma ,la fórmula secreta para lograrlo. Ahora ya no tengo miedo, ya sé lo que tengo que hacer.Sé que tendré el mundo entre mis manos.
Miro hacia un lado y luego me centro en su mirada. Se queda sin ojos cuando se ríe y eso me encanta. Me gusta verle sonreír. Y un paso detrás del otro, encontramos el sitio donde tomar algo. Mi mirada aún es tímida, sonrío sin que se note demasiado. Miro el móvil, no ha pasado ni un minuto desde la última vez que lo miré. Me hace una pregunta y tras responderle se me escapa una sonrisa y me acusa de ello. Luego me llama cría y eso me enerva, salto como una loca. Pero en realidad me gusta, me gusta que me pique. Al siguiente día volví a cruzarme con su mirada. Un cartel anuncia el acceso directo hacia el cielo solo hay que caminar ascendiendo unos metros y será tuyo, solo tuyo . No hay motivos para no soñar. Cierro los ojos y le siento en cada nota, cada sonido que mis oídos perciben. Siento un escalofrío rodeándome cada vértebra luego llega hasta mi nuca y me susurra al oído. Se acerca la hora de la verdad. Ha sido un día largo. Unas horas más tarde amanece un nuevo día. Todos parecen agitados, caminan de un lado para otro con los nervios a flor de piel. Es el momento, me sitúo en mi lugar y me dejo asombrar como si fuera la primera vez que lo siento. Vuelve a mi ese escalofrío que la noche anterior inundaba mi cuerpo. Hace un poco de frío digo bajito. Todo ha sido un éxito, un éxito merecido. Solo se ven flashes por todos lados, inundan su persona, aplausos y ovaciones retumban en su alma, su alma pura vestida para la ocasión. ¿Quedamos en un rato? Es mi momento, es el momento de sentirle de nuevo.Una calle llena de luces brillantes. Carteles luminosos tratando de llamar la atención Un trago que otro. Una copa, quizás otras más después. Sentir el eco de su sonrisa, todo a cámara lenta y algo desenfocado. Quizás el alcohol esta circulando a demasiada velocidad por mis venas. Quizás haya más nivel del que estoy acostumbrada a tener y por eso mi estabilidad disminuye al ritmo que poso en la barra el vaso vacío. Me abraza mientras me habla, en ese momento no oigo palabra, solo veo que sus ojos se clavan en los míos y que mi piel arde cuando la suya me roza. Me advierte sobre los pasos que debo seguir. Me ha echo reflexionar. Puede que tenga razón, sí, seguro que la tiene. Mis pulmones se llenan de humo, humo que me era desconocido hace unos días. Quizás sea mejor continuar mañana. Es un nuevo día, me asomo a la ventana. Como cada mañana el caos circula en las calles, coches que pisan el acelerador para no tener que esperar en el semáforo, gentes elevando el tono más de lo normal debido a su estrés, autobuses acogiendo en cada parada....
·La verdad no sé como lo consigues pero haces todo más fácil
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