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viernes, 9 de noviembre de 2012

In the middle of the night

En mitad de la noche te vi marchar. Ninguna fuerza se opuso. No hay valor. Parecía que nada era de su incumbencia. Un coche conducido por un tipo ebrio a las tantas de la madrugada. La niebla empañaba nuestra vista, apenas veíamos unos metros. Las paredes de aquel lugar parecían crecer conforme quedaba sola y de nuevo indefensa. Arrojaré mi alma a las sombras. No hay quien me consuele esta noche. Pero me gustaría que fueses mio, o que yo fuese tuya. Ya has visto mi dolor. Almas rotas ven correr las sangre por mis venas. Tu no viste ninguna grieta en mi corazón, aunque tu paso por él, si dejó alguna que otra señal. Los fantasmas recorren mi habitación, ellos saben todo sobre mí. Con el corazón en un puño, el la piel apretada y marcas en mi cuerpo me haces girar, me elevas alto. Y es cuando extiendo mis brazos, cierro los ojos y me dejo caer . Hay un vacío inmenso que la oscuridad oculta.
Abro los ojos. Estoy en casa. Tumbada en la cama, con el pulso acelerado. Algo confusa. Miro mis manos, las observo desde todos los lugares posibles. Aparto las sábanas que me cubren. Me siento en el filo de la cama, cierro los ojos y respiro muy hondo. Me estiro mientras la luz hace traspasar mi espíritu. Refleja mi alma en el cristal. Dejo que me ciegue la luz del sol. La luz del sur. Acaricio todo lo que se pone a mi alcance, te tuve, te acaricié con aquellas manos. Es hora de tomar algo. La cocina, café recién molido, placeres de esta vida. Bendito olor que me cubre hasta llegar al más pequeño de mis capilares. Mientras tomo mi café me río de mi misma, todo fue un sueño. Nada de caricias, nada de besos ni nadie que te salve de las garras del lobo, digo. Me me pongo mi mejor vestido. Y salgo de casa. Me miro al espejo minutos antes, ¡Joder!-me digo. Y me marcho dando un portazo. Me paro en la puerta unos segundos y me invade el pánico, me cuesta respirar. Quedo como una gilipollas mirando a un punto fijo. No quise dar tiempo a que ganaran la batalla mis estúpidas lágrimas. Antes de eso, comienzo a correr en círculos y poco después en linea recta con los ojos cerrados. Corro a máxima velocidad sin saber donde estoy ni adonde me dirijo. Me llevo todo a mi paso. Tropiezo casi hasta el punto de caer, pero sigo.  No hay nada que me pare. Acaricio la hierva. Paro de golpe. He llegado hasta lo alto de un precipicio. Abro los ojos y grito. Grito como si me fuese la vida en ello. Y río de nuevo mientras me digo, cómo has podido ser tan estúpida, maldita ingenua, todo ha sido un sueño.
Y en mitad de la noche te vi marchar...

jueves, 8 de noviembre de 2012

Run

Andaba perdida. Caminó kilómetros y kilómetros con un zumbido en sus oídos, todo daba vueltas. No podía escuchar mas que sus latidos y un fuerte ruido. Tres perros y dos gatos, veo mover sus bocas, pero no consigo oír nada, se dice. ¡Maldita sea! Sus ritmo cardíaco se acelera. Cree haber visto a alguien tras ella. Queda poco para llegar a casa. Y corre. Corre mirando hacia todos lados. Jadea. Se han triplicado sus latidos y apenas puede respirar con normalidad. Ya está en casa. No hay nadie. Nadie la espera. Nadie con quien hablar. Nadie con quien dormir. Nadie. 
Van tras ella. No hay vuelta atrás. La felicidad se escondió en las esquinas, bajo la cama. Ella buscó ayuda en aquellas botellas de tequila y vodka que se camuflan al fondo de aquel cajón. La mataron a besos, hincaron sus uñas en su sensible piel. Tiró la bebida por el fregadero. Esos días han acabado. ¿ Lo puedes oír? Es mejor que corras. Corre rápido, corre por todos los que un día creyeron en ti. Déjalo todo. Deja todas tus cosas, el amor, déjalo todo atrás.  No puedes llevártelo si quieres sobrevivir. 
Nunca quise nada de ti. Excepto todo lo que tenías y también lo que quedó después de eso. La felicidad la golpeó como una bala en la cabeza. Una bala disparada a gran altura por alguien que debería saber más de esto. ¿ Lo puedes oír? Porque aquí vienen.







domingo, 4 de noviembre de 2012

Tango with Lions ||



Me abrazó. Se nos quedaba pequeño aquello. Jodido frío, me trae demasiados recuerdos. Y ahora precisamente no es el momento, no pienses en nada, me digo. Serán las tantas. La luna me advierte pero esa vez no le hice caso. Estaba preciosa, sí, tal y como la recordaba. Cerramos la puerta y hacemos de aquel cuarto nuestro rinconcito. Ahora esta cama es demasiado grande, el frío trata con todas sus fuerzas adentrar en cada uno de nuestros cuerpos pero ahí estamos nosotros luchando para poder derrotarlo. Siento su respiración en mi cuello. Sus manos recorrer cada rincón de mi alma. Y escalofríos que me remontan inevitablemente a aquel lugar donde reinaba el frío, donde únicamente en aquellos brazos podía estar tranquila. Volví , y ese jodido escalofrío me invadió de pies a cabeza. Me dejó sin apenas ropa. Calor. Frío.Calor. Frío.  Necesitaba sentirles de nuevo. Quedé sin respiración. Recorrían mi cuello. Llegó a mis labios y volví a quedar sin respiración, prometí que no volvería a pasar nada igual. Sentí como me agarraban el corazón. No había manera. Me encanta besar y que sonrían o sonreír, es precioso. Todas aquellas pequeñas cosas hicieron de aquella noche una única. Era hora de dormir. Bueno o de eso se trataba. Reímos como estúpidos al oír a aquel oso que al parecer estaba en su quinto sueño. Me volvió a abrazar, hacía frío. Sentía su aliento en mi frente. Sus dedos recorrían mi espalda. Tras un rato todos estamos despiertos de nuevo. Le dijimos que no había manera de dormir. Aún sumergidos en aquella ocuridad plena sus labios buscaban a los míos. Maldita sea. Abrázame . Empieza a llover, las gotas parecen atravesar la habitación, está empezando a asomar el nuevo día.Nos volvemos uno. Se calma el tiempo y quedamos solos. Nos abrazamos para que no corra el aire entre nosotros. Sentí sus latidos, su respiración. Y sin duda es lo más bonito. Sentir que está vivo y que él te hace quedar sin respiración.
 Se me hielan las manos y el corazón va por el mismo camino. Prometimos volver a ser uno antes de que el mundo se acabe. Antes del 21 de Diciembre. Sólo nosotros, lo que pasó en aquellas cuatro paredes allí se quedó. Vivían el momento(?) Lo peor, que sólo duró unas horas y ahora parecen arrepentirse de todo. Volvemos a nuestras vidas y como nada. No hubo palabras, ni antes ni después, lo que confirma mi hipótesis de que en realidad no fue nada. Quizás lo soñé y por eso no soy capaz de ver nada más en su mirada o cuando miran a otras gentes.



Tango with Lions |

No sé como terminé allí. Sin quererlo llegó el día tan esperado desde hacía meses. Un caos de emociones. No sé que nos pasaba. Fue como un bajón común, como cuerpos sin vida , sin alma. Sonó en mi cabeza un " I have a hole in my soul. I can feel it. Can you feel it? " Y maldije todos los malos recuerdos y a todas las promesas que nunca se cumplieron. Era un apartamento vacío. Lleno de polvo, lúgubre de primeras. Cómo vampiros sacados de una película de los años ochenta, pasamos horas y horas en aquella habitación. En blanco y negro, ya podían ponerse leones a bailar tango o presenciar un asesinato que allí nadie se movía, penas articulaban palabra. Hipnotizados. El humo corrompía nuestras almas. Tumbados el uno encima del otro. Podían sentir sus cuerpos. Sonó un teléfono y una voz con más miedo que vergüenza, pidió ayuda. El caos se desató. No gustó por parte de unos y a otros les fue indiferente. Quiso llamar mi atención y que reaccionase. A la segunda vez, acudí. Una habitación cerca del centro de control. Oscuridad. Nos invadió a compás de un portazo. Las estrellas vinieron a visitarnos. Nos echamos unas risas con ellas, siempre nos venía bien desconectar. Darle al pause en esta búsqueda del camino ,llamémoslo felicidad concentrada. Todo quedó en silencio, se acercó a mi y me dijo, -Tenemos una hora más de vida.- Sinceramente, no fui capaz de encontrarle beneficio a aquello, llámame estúpida. Tuvimos un pequeño dilema sobre las horas de más que creemos vivir a lo largo de toda una vida siendo ingenuos. Aunque duró poco, preferimos callar y disfrutar de aquella tranquilidad y silencio.