Translate

jueves, 8 de noviembre de 2012

Run

Andaba perdida. Caminó kilómetros y kilómetros con un zumbido en sus oídos, todo daba vueltas. No podía escuchar mas que sus latidos y un fuerte ruido. Tres perros y dos gatos, veo mover sus bocas, pero no consigo oír nada, se dice. ¡Maldita sea! Sus ritmo cardíaco se acelera. Cree haber visto a alguien tras ella. Queda poco para llegar a casa. Y corre. Corre mirando hacia todos lados. Jadea. Se han triplicado sus latidos y apenas puede respirar con normalidad. Ya está en casa. No hay nadie. Nadie la espera. Nadie con quien hablar. Nadie con quien dormir. Nadie. 
Van tras ella. No hay vuelta atrás. La felicidad se escondió en las esquinas, bajo la cama. Ella buscó ayuda en aquellas botellas de tequila y vodka que se camuflan al fondo de aquel cajón. La mataron a besos, hincaron sus uñas en su sensible piel. Tiró la bebida por el fregadero. Esos días han acabado. ¿ Lo puedes oír? Es mejor que corras. Corre rápido, corre por todos los que un día creyeron en ti. Déjalo todo. Deja todas tus cosas, el amor, déjalo todo atrás.  No puedes llevártelo si quieres sobrevivir. 
Nunca quise nada de ti. Excepto todo lo que tenías y también lo que quedó después de eso. La felicidad la golpeó como una bala en la cabeza. Una bala disparada a gran altura por alguien que debería saber más de esto. ¿ Lo puedes oír? Porque aquí vienen.