¿Sabes? Desde los últimos meses, soy como una puta kamikace con mis emociones y estados de ánimo. Puedo estar tirada en el suelo riéndome, y a los dos segundos acordarme de ------ me invade la tristeza. Soy como un alma en pena que vaga por las calles desiertas, esperando encontrarse a alguien o algo que le haga sentirse viva por un rato, algo que sacie mis pequeñas ganas de vivir ,aunque ello suponga volver al sumo estado de tristeza concentrada. También suelo sonreir a diario cuando veo un comentario, o cuando veo una foto de cuando solía ser feliz a menudo.
Me duele confesarlo, pero tengo miedo, mucho miedo. Y miedo a volver, a enfrentarme a un mundo en el que puedo volver a ser feliz temporalmente. Quizás, ventaja o quizás todo lo contrario al tener un año y pico por delante , tengo tiempo para pensar, y repensar la jugada. Tiempo para tener miedo, para imaginarme feliz y planear casi todo lo que podría pasarme. Un tiempo en el que reiré unas 2.000 veces lloraré unas 100 y soñaré unas 500 o 600 veces. Pero algo de lo que estoy completamente segura es que todo vuelve, y volverá. Y la promesa se cumplirá , y reiremos por todo lo vivido y el tiempo que hacia que lo esperábamos.
Mientras espero el momento, intento recordar los buenos tiempos tomándome una cerveza.
Cada vez los días son más raros.
