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lunes, 2 de enero de 2012

You, are , the only exception

Y sin pensarlo dos veces, decidida ,se puso a escribir todo lo que pasaba por su cabeza. Nunca le fue fácil decir sin más lo que pensaba. Pero intentaba no exteriorizar demasiado, ya que podrían clasificarla como una débil, y no era precisamente lo que quería. Hubo pocas, muy pocas veces que fue capaz de hacer y actuar como realmente se sentía en el momento. La última que recuerda. Fue no hace mucho. Sentada frente a un ordenador, haciendo el canelo. Estaba jodida, si , realmente jodida porque no iba a ser la noche perfecta y porque había demasiadas cosas que no entendía sobre la vida. Esos putos interrogantes la mataban. Pero, se dijo a sí misma de ser fuerte, una vez más. Pero él, una de las personas más bonitas que podía echarse a la cara, estaba cantando. Le cantaba "You, are, the only exception". En ese preciso momento la mató. Murió, sin más. Por un lado sintió la horrible sensación de soledad y vacío, pero por otra parte sintió que le tenía ahí, para lo bueno y lo malo y que estaba super orgullosa de tener un amigo así. Aunque más que su dolor, que siempre estuvo ahí y estaría, era verle a él mal. Eso le podía, odiaba verle así. Pero lo adoraba cuando sabía que estaba mal y al verla a ella jodida, saca su sonrisa y la anima. Se merece lo mejor, y aunque no sea lo que él mas desea en este momento, ella estará siempre.Lo quiere demasiado como para dejarle de lado o olvidarle. Porque ha demostrado ser de lo mejor, por no decir lo mejor que tiene ahora a su lado. Es capaz de estar una puta hora esperando a que amanezca, congelado de frío y con una pesada que no hace más que repetirle lo mismo. Y con ellos un gallo descolocado, no sabe donde está el norte ni el sur. Solo sabe que debería ser hora de ladrarle  al mundo que está harto de lo mismo. Ahora, se para a pensar, y aunque siempre ha dicho que odia las despedidas, fue la despedida más bonita que nunca tuvo. Es la única despedida que recuerda con una sonrisa. Estuvieron practicando la despedida casi una puta hora. Y ha llegado a la conclusión de que las despedidas no son tan malas si son como esa y que sin duda es precioso.