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jueves, 22 de marzo de 2012

Demasiados kilómetros

Me encuentro a dos mil kilómetros, al borde de un precipicio. No me atrevo a mirar hacia abajo, el tiempo se acaba. Todo, nada. Todo cambia de color, y de forma. Todo se vuelve de un tono azul apagado, al punto de ser gris. Quizás no cambie de forma, sino que vuelve a su forma original. Todo. El viento va en aumento, el sol se va a esconder de un momento a otro. Nada. Me va a dejar a solas con la luna, quizás ella me ayude. Me ayude a entender todo,o posiblemente nada. No queda tiempo. Se va al ritmo que mi vida. Todo se esfuma. Nada volverá a ser igual. Siempre te recordaré. Jamás sentiré lo mismo. Nunca olvidaré su olor, me lo tatué en mi piel. Tengo en mi corazón miles de grabaciones suyas, y tuyas también. Cuando siento que algo no se repetirá porque todo cambia, porque nada es como antes, le doy al play que tengo en el centro de mi miocardio y como si de una película se tratase empiezo a recopilar tomas y tomas de tantos momentos vividos. Algún día los montaré uno a uno, seleccionándolos y haré la película jamás vista. Algo que haga remover entrañas, sacar sonrisas escondidas y que haga latir corazones... Y sin pensarlo dos veces salté al vacío. 

                                                                                            "Tenemos toda la muerte por delante"