Sabes de esos días cuando todo te parece bien. Sientes que a acabado todo lo malo, que el camino es el correcto. El silencio que hay en tu cabeza pronto acabará .Ese murmullo constante, todo ese ruido que tu corazón desprende cada vez que te pones a pensarlo. Piensas en ese día, ya todo ha acabado. Pronto todo quedará en un despertar. Eres otra, estas llena de vida. Corres sin saber el porqué. Vives sin saber el cuando. Un día decidiste poner carteles por todas las calles de tu ciudad. En cada esquina , en cada farola. Un cartel impreso a color que dice:" Perdona, pero eres tú. Eres la sonrisa que buscaba" Y en pequeñito en la parte inferior del folio ponía: "Búscame a altas horas de la madrugada, estoy segura de que eres mi hombre. Me encontrarás solo por mi ansiosa mirada y por mi tímida sonrisa". Y ya que el destino haga de las suyas a su parecer. Aunque sigas suspirando por algo que no era cierto, es algo que llevas dentro.
Pero en este momento buscas en el cajón de los recuerdos, y encuentras vestidos que danzan al ritmo de un vals, sonrisas que creías olvidadas, y miradas que hacía años que no se adentraban en ti , ni te hacían erizar el bello. Recuerdas su olor, su pelo y su voz. Y sus cosas que le hacían ser el único al que mirar. No tenía nada que ver con el amor, quizás tampoco con vestidos que parecían tener vida propia , ni de aviones que despegan de madrugada buscando ser parte del recuerdo. Aunque puede que sí tuviera que ver algo con los gatos, con la ciudad del viento y del calor abrasador, con canciones de rock, con el acero , y con noches que jamás acabarían de no ser por el mañana.