Translate

lunes, 14 de noviembre de 2011

Decidida, empezó a quitarse la camisa botón por botón y así hasta quedarse desnuda. Abrió la ventana , salió al balcón y extendió sus brazos bajo la lluvia. Sintió como los recuerdos invadían cada centímetro de su cuerpo. Y aquellos ojos solitarios derramaron lágrimas de dolor, ese que es peor y  mucho más duro de soportar que el corporal, el que no se puede explicar y el que más jode. Empezó a girar y girar , cada vez más rápido. De repente calló al suelo, desvanecida y muerta de frío. Tenía la piel de gallina. Recordó de nuevo la última vez que lo había visto, en aquel lugar, donde sin articular ni una maldita palabra se compenetraron, hasta el punto de ser uno. Recordaba también, ese beso y ese te quiero que la dejó sin respiración y que hoy en día la mata cada vez que lo recuerda. Hoy solo le queda el frío que un día se alojó en sus huesos y que no la deja dormir, y un susurro de aquel te quiero y este acompañado de un escalofrío al recorrer su dedo por su espalda.