Desearía poder arrancarse la piel de cuajo, y así mirar en su interior. Porque, hace tanto que no ve más allá de sus malditas obsesiones ,cree que su piel ya no le sirve, ya no huele a él . Sin duda ella cree que se está volviendo loca, está obsesionada con el frío y todo lo que lo relaciona. En este momento piensa en su cuerpo. Su maravilloso cuerpo. Sí, le volvían loca sus caricias. Sus besos sin venir a cuento. Y su forma de decir te quiero o de decir que estaba ahí que jamás la abandonaría. Deseó que el tiempo dejara de pasar ,ella piensa que nunca sucedió. Pero estaba equivocada ya que el mundo se volvió loco, no era ella la loca, aunque todos le hacían creer que era ella. Recuerda tantos buenos ratos que se odia por estar lejos. Mira por la ventana, de esa la misma que más de una noche le dieron ganas de tirar desde ella mil recuerdos que la matan por las noches, aunque siempre se terminaba arrepintiendo. Llueve. Las gotas caen lentas, no quieren estrellarse contra el rígido y doloroso asfalto. Huele a lluvia las gotas están desorientadas, se terminan agrupando en charcos para nunca estar solas, odian la soledad. Mis pasos a la vez que me congelan se fusionan con el suelo. Nunca, jamás dejará de quererle. Se hace más fuerte con su mirada y su corazón late más rápido, pura droga que la fortalece y la jode cuando no la tiene. Y bebe del delirio en la distancia con el fin de fabricar un trozo pálido de su piel o tratar de imaginar su preciosa sonrisa.Y una vez más..
Buenas noches mundo, buenos días sueños...