Vergib mir meine Liebe.

Lo siento. Tengo que pedirte perdón. De verdad que lo siento. No quería, yo no fui la culpable. Necesito que me perdones. Hoy, me paré a pensar detenidamente en todo, y no era consciente de ello. Te puedo asegurar que no fui yo, al igual que te puedo asegurar que ellos también lo hicieron mal. Todos tenemos parte de culpa. Y lo siento. Necesito saber que piensan de todo esto. Quizás no le dieran importancia, quizás por la amistad, quizás porque no era imprescindible, hay tantos quizás.. Pero intentaré ser una valiente e ir a por mi objetivo. Ahora tengo uno nuevo, no sé si más fácil o incluso más difícil, no sabría que decir. Ya sabes que siempre me gustaron los retos. Aunque los imposibles también existen por eso soy como soy. Si no, no sería nada, incluso menos de lo que soy ahora. No soy precisamente una valiente ni una persona con iniciativa, todo lo contrario me  horroriza pensar en el no. Odio esa maldita palabra. Me da tanto miedo que me quedo a mitad por tal de no escucharlo, me quedo con esa maldita intriga. Soy demasiado tímida para decir lo que siento a un desconocido, pero en este grupo diferenciamos varios desconocidos y los que más miedo me dan son los que tienen algo, ese algo que les hace únicos, especiales. Pero por otra parte adoro a esos desconocidos que me miran con esos precioso ojos. Los ojos, dios, me enamoré de una mirada. Puedo decirte mil cosas que me gusten o me parezcan bonitas, pero si las observo sé de verdad si son para mi o no. Adoro que me miren a los ojos, que no me aparten la mirada, que me hablen a través de ella.