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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Izal.

Epílogo I
Cómo vas a dominar el mundo, cómo vas a ser tu el que nos diga que, todo va bien. Cómo vas a decidir futuros, cómo vas a ser tu el hombre o la mujer, que nos de esperanza. Cómo vas a calcular el rumbo, cómo vas a ser tu el que nos diga, lo que debemos hacer.


Epílogo II

Y ahora que la explosión nos dejó, sólo ruinas y humedad. Y ahora que todo es de un color mas oscuro que dirás,  preferimos que te calles. 

Epílogo III

Muy bien elegidos del mundo, seres especiales, arriba despertad, y vestid vuestros mejores abrigos porque esta noche hace frío. Poneos cómodos, sentaos y escuchad vuestro futuro: un invierno largo, un invierno gris, que va a durar, el resto de vuestras vidas. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Long nights.

¿Por qué mierda no cesa este escalofrío? Me recorre como una montaña rusa, de arriba abajo. Parece una atracción de feria, cada cinco minutos parón, y vuelta a empezar(no olvides el ticket o no podrás montar).
Tú, y tu jodida voz. Cómo acaricias esas cuerdas, gimiendo para ti, sólo como tu quieres que lo hagan. Parezco hipnotizada. ¡Maldita sea! Me agarras de la cintura, invitándome a bailar. Y tu sonrisa a centímetros de mi. Y mi corazón a punto de salir por mi boca( de ahí que apretase los dientes con tanta fuerza).
 
Perdone, póngame ginebra, que al próximo baile invito yo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Qué bien que con mis dedos note frío y tu calor.

Asómate. Mira. Señalé con mi dedo índice al cristal empañado. 
Pasos acelerados, mirada que se pierde en ese caos de cuerpos que van a contra reloj. Empiezo a notar como se va introduciendo el frío por mis dedos, lento, como si lo estuvieran inoculando con agujas oxidadas, parecían comerme las entrañas, hasta que dejé de sentir. Tumulto de gente esperando, el frío intentando adueñarse de esas almas solitarias y yo intentando que explote cada célula, cada tejido, cada órgano de esas gentes y bañen mi ser con ese líquido rojizo y ardiente. Cuando quiero darme cuenta, estoy abrazada a mi pequeña, vino a recogerme a la estación, como en las películas. Reencuentro, noche de noviembre, luna llena, semáforos en rojo, calles interminables, gato que maulla desconsolado, puerta que chirría y un tercero sin ascensor que parecía un quinto. Me desnudo y dejo que me acaricien, el agua fría recorre mi cuerpo casi hasta el punto de dejarlo sin respiración. Mientras tanto cierro los ojos y trato de concentrarme, escuchar lo que hay fuera del baño. Es Batman. Trata de salvar a Gotham y yo, mientras tanto, decidiendo si carmín rojo o no... ¡Estúpida! Cierro los ojos, cuento hasta cinco, y sonrío. Nueva estación. Por mucho que me queje, me gusta el frío. No sentir los dedos que sujetan un vaso y esa sensación de que se va a desplomar en cualquier momento. Caída libre. Rodeada de gente que apenas podías ver por la cantidad de abrigos que soportaban sus cuerpos. El tiempo no hace ni una pausa para ir al baño, ¡maldito sea! 
 Estaba esperando a la luna y, oscureció. Escuchaba anécdotas mientras un escalofrío recorrió mi médula. Y llegó la hora de mi querida Ginebra. Escuché esa palabra y sin quererlo recité en mi interior,"darling, you can make your life look prety add a little ice and gin" Y sonreí, cual tonta. Era una fecha importante, quizás más que eso, porque no me imagino mi vida sin mi hermano. Sonará cursi, pero es lo más importante que tengo. Bueno, ¿tarta de chocolate? ¿Ginebra? ¿Y las velas? ¡Traed las velas! 
Puedes sentirte parte de algo si eres parte de la escena. Cantar a pleno pulmón "You are my wonderwall" con un desconocido. Música  alta, no había necesidad de hablar. Almas bailando al ritmo de la música. Agarró mi cintura y me dejé llevar. Cintura, pies y sonrisa, lo demás, ¡qué más da!  




Y qué genial, 
qué astuto, 
qué indecente, 
qué maravillosamente oportuno. 
El soplo de viento 
que aún hizo atrevido 
tu olor con el mío. 

Y qué manera de perder las formas 
y qué forma de perder las maneras. 
Ya nada importa, 
el mundo ya se acaba no quedará nada. 
Disfrutemos de la última cena.
Izal( qué bien)

martes, 12 de noviembre de 2013

He vuelto a la ciudad y ahora todo son desfiles.

Odio las carreteras, los tramos rectos, las curvas, los atascos, el viento. Los odio sino hay una buena conversación y esa música de fondo, que te hacen disfrutar hasta del paisaje más inhóspito. Se colapsa la entrada a la ciudad. Coches y coches consumiendo combustible, matando poco a poco nuestro planeta, vistiéndolo de luto, por lo que vendrá. Cláxones y luces que despiertan mi alma. Buscaba encontrar mi hueco, el lugar adecuado para lucir mis andares precedidos por mis botas nuevas, el maquillaje corrido por mis lágrimas saladas y el carmín rojo del que apenas quedaban restos. Había cumplido años, y había roto sueños. Creé decepción, saqué mi instinto asesino y mi lado más psicótico, caminé con las medias rotas y con las manos con restos de sal y limón. Pasee por callejuelas empinadas para sentir el frío y la mejor de las vistas para una noche como la del sábado( aunque no te niego, que otro plan ideal sería ginebra, algún tequila y sus cuerpos conversando, riendo como estúpidos), fui en busca de la Alhambra.
Y como decía Supersubmarina "El paseo de los Tristes alegrar. Si te pones tu a bailar, las estrellas nos alhambran al pasar". Hice la caída libre más perfecta que nunca vi, sin saber aún cómo, el vaso se deslizó como si no hubiese rozamiento ni con mis dedos ni con el aire, algo imposible, claro, la física es la física.


El frío se adosó en mi piel y ya no hay mantas que lo calmen.

Momentos en los que sólo puedes suspirar y tragarte el nudo de la garganta sino quieres morir asfixiada. 
Días en los que para sentirme mejor, sería sentir un corazón latir en mis manos, derramando sangre caliente y una botella de tequila barato. También hay más cosas, pero suenan más empalagosas y ñoñas. 










martes, 29 de octubre de 2013

Querido y odiado octubre.

Por primera vez en dieciocho años, no quiero cumplirlos. No si no es con la familia. Les quiero a todos a mi alrededor celebrando un año más el cumpleaños de la pequeña de la familia, y no sabéis lo que daría por teneros conmigo este año y al pilar más importante, al abuelo, haciéndome cosquillas en la espalda antes de soplar las velas. Con el mantel de cuadros que no llega sin un manchurrón hasta la tarta( y está comprobado). Ese olor a vela quemada que tanto me gusta. Cerrar los ojos con fuerza y pedir un deseo. Deseo que no solemos recordar años más tarde (o al menos yo y mi querida memoria de pez). Pero este año no se va a cumplir mi deseo. Que es volver años atrás aunque fuese sólo unas horas, volver a casa de la calle Perú, a las comidas familiares. Aquel olor peculiar, a la camarilla, a esos momentos increíbles que querría vivir una y otra vez.
Llevo algunos años celebrando el cumpleaños (si es que se le puede llamar así) como hoy, pero este año es diferente (y no me preguntéis porqué). Supongo que será que con los años voy tomando conciencia de lo importantes que sois todos y cada uno de vosotros ( aunque siempre haya sido la pequeña y no hubiese la misma relación, pero la pequeña también crece).
Estáis en Londres, Nápoles, Granada, Madrid y Almería, y yo en El Ejido... Pero bueno, sólo espero que nos veamos pronto y poder celebrarlo. Os quiero.

(Falta el papis, que siendo el fotógrafo de la familia, como es lógico, estaba haciendo la foto)

martes, 22 de octubre de 2013

Everything.

Necesito volver a sentir lo que aquellos días. El frío en pleno mayo. La lluvia repentina. El placer al beber una jarra de cerveza bien fría. Ese olor tan peculiar. Cruzar vías de tren abandonadas. Ese río que parecía estar dispuesto a llevarte a donde quisieras. Un bloque de pisos amarillo. Moqueta y zapatos mojados en la entrada. Los cristales empañados. Respiración acelerada. Llantos de madrugada por ese amor, por el primer amor que ha decidido marcharse sin avisar. Un baile a medias. Abrazos como nunca antes. Besos robados. Gentes que quieren conocerte, aún sin conocer tu idioma. Pero siempre se dijo que en el amor no se necesitaba demasiado. Cantos, voces cantando a pleno pulmón. Y otras bajito, intentando llenarse con cada nota. Chocolates en la mesita de noche. Fresas como aperitivo. Soñar en otro idioma. Volar sin alas. Recorrerte la médula espinal un sentimiento inexplicable, saber que jamás se repetirá. Ojos que me buscaban. Sonrisa que me llamaba. Dedos que recorrían mi espalda y glúteos. Sonrisa entre beso y beso. Mis dientes mordían sus perfectos labios, era irresistible. Sentirte única y especial aún estando rodeada de gente. En el epicentro. Sentir los latidos de un desconocido que quieres que sea siempre tuyo, quieres conocer cada latido y rincón de su ser mejor que a ti misma. Y parece que no han pasado más de unos minutos de todo eso, el tiempo no quiere pasar por mi, por mis sentimientos. Pero la realidad es otra. Mi reloj se paró aquel mayo y yo con él. Y no quiero seguir aquí, ajena a esos días y a esas sensaciones que sigen en mi. Desean salir. Deseo dejarlas salir. 

Hace tanto que no me miran ni me sonríen como en aquel lugar. Hace demasiado que el frío parece otro, no tiene el mismo aspecto que antes. ¿Le dejarían plantado en la primera cita? ¿O simplemente añora que le agarren por la cintura y le rocen unos labios?

Como estar sangrando (y toda esa sangre pudiese acabar con la pobreza mundial) y no tener un anticoagulante.
Sangre desperdiciada. Momentos desperdiciados. Vida muerta.

domingo, 13 de octubre de 2013

"More tequila. More love. More anything. More is better"










































Necesitaba algo que me evadiera de la pesadilla en la que parece que vivo. Pero llegó. Llegó casi sin avisar. ¡Maldita sea! Y encima venía vestido para la ocasión. No sabéis la sonrisa que traía, era tan...tan perfecta que parecía de otro mundo, de película, incluso. A mi se me aceleraba el ritmo cardíaco hasta el punto de tener que irme de la habitación en la que estaba porque se podían oír los latidos. Mi miocardio me estaba delatando. Respiración acelerada. Pulso disparado. Y sangre. Sangre. Bendita sangre. Recorría mis entrañas a velocidades de vértigo. Mi miocardio era un kamikaze. No había quien le hiciera entrar en razón. Y ya ni os cuento las ojeras, esas ojeras que tanto me enamoraban. Le quedaban tan bien que hasta dolía. 
Le recordaba diecitantos meses antes en aquel bar. Donde con más miedo que vergüenza, sacándome de mis casillas, le devolví una mirada de odio y fue cuando me sonrió haciéndome saber que era todo una broma. Sin saber porqué, quería volver a cruzarme con esos ojos y con esa sonrisa. Sin darme cuenta , horas después recorría los pasillos nerviosa, un tanto alterada y cuando llegó la noche, no pude pegar ojo. Coches, cláxones, y gritos de un cualquiera. Días después allí estaba, en una noche de luna llena. El gato merodeando a mis pies. El humo, dándome la vida que me estaba quitando. Gentes caminando en todos los sentidos. Risas. Conversaciones que no terminaban tan bien como la chica de aquel vestido verde quería, en su cara se podía leer "Eres un capullo, me voy en menos de cinco días a Bélgica, deja de hablarme de esa mierda y bésame". Carteles luminosos que danzan sobre mi ser. Y poso en la barra uno, dos, tres... no sé, perdí la cuenta de lo que bebí. Y se cruza mi mirada con la suya. Se queda mirándome fijamente unos segundos y sonríe. Mi cabeza diciendo "¡no, maldita sea, no lo hagas!" y mi miocardio tratando de salir de la caja torácica, queriendo arrebatar todas esas costillas. Y mis vertebras queriendo ir a abrazarte y, sin éxito, un escalofrío al unísono recorre mi ser, me deja casi sin vida. Se oyen sirenas, se acercan, se acercan cada vez más. Y me digo," estoy a salvo", mi corazón marcó sin querer en un intento desesperado desbloquearme de tal estado , llamó a emergencias. Pero las ambulancias pasaron de largo. Y allí seguíamos él, y yo, intentando ignorar lo sucedido. Se acercó y,  mira tu por donde, me salvó de una desgracia mayor, de mi. 
Me agarró por la cintura, me susurró algo que ni siquiera recuerdo y me invitó a un tequila, como un señor. 
Y ahora, aquí estoy yo, aún recordando vagamente su olor y esperando a que esos labios suelten una calada mientras me sonríe (parece estar mostrándome su alma cada vez que clava sus ojos en los mios y sonríe a centímetros de mi)  y me invita después de esta cerveza, a un tequila.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Anatomía aplicada.

Quiero tocar tu voz, escuchar tus latidos, adosarme en tus costillas, rozar mis labios con tu cuello y afilar mis dientes en ti.

Quiero ser tu "segundo cerebro", ocuparé la celda subfrénica izquierda. Me transformaré en cada una de esas 100 millones de neuronas que forman tu estómago. Seré el reservorio temporal de nuestros miedos e inseguridades, que desembocan en la calle gástrica. Las glándulas cardias y sobre todo las oxínicas (células que segregan ácido clorhídrico y el factor intrínseco de Castle) Bendito ácido clorhídrico, será nuestro sustitutivo del tequila y las noches de sexo cuando nos coma el miedo a ser algo más.
Quiero ser parte de tu caja torácica, limitándome a ambos lados el mediastino. Y tendré como protectores a las costillas y como vecino de la izquierda al corazón. Quiero ser para ti como la pleura es para los pulmones, evitando que roces directamente con la caja torácica, en nuestro caso con monstruos. No permitiré que nadie te trate como el corazón hace con el pulmón izquierdo.Ya que debido a su inclinación, clava la punta inferior(ápex) con el pulmón izquierdo, reduciendo su volumen y quitándole espacio. Maldito y acaparador corazón. Nadie se atreverá a quitarme mi lugar, soy y seré tu miocardio. No me sustituyas por cualquier corazón de vaca ya desechado por su antiguo dueño. Porque quiero que te quede claro que soy y seré tu miocardio; soy el músculo encargado de bombear la sangre por medio del sistema circulatorio a través de contracciones. Cariño, admite que ni tu eres sin mi un simple cadáver o con suerte un zombie en  busca de un cuerpo que conserve su corazón intacto. Y yo sin ti soy una simple pieza sin hueco, por muy imprescindible que parezca. Ni el puzle sin mi es puzle, ni yo sin el resto soy pieza de museo.



jueves, 29 de agosto de 2013

Dos rombos.

Sólo el viento acaricia su cuerpo. Cuerpo casi desnudo, bañado en lágrimas. Lágrimas que no dicen otra cosa que "sácame de aquí" Aquí no pueden verme mas que como una cría con las ideas medio claras pero muchos rincones oscuros, donde ni ella se atreve a entrar. Quizás no tenga del todo claro lo que quiere, pero sí lo que no está dispuesta a permitir. Entre estos, estaba vivir en una ciudad de mala muerte, (si es que a eso se le podía llamar ciudad) y no tener la oportunidad de sentir escalofríos cada semana de diferentes miocardios, de no tener una parada cardíaca cada vez que la dejaban sin respiración un chico distinto que la noche anterior en un lugar, que ni ella es capaz de retener en su memoria (donde se escaparían detalles del paisaje pero no del momento. Jamás se le olvidarían los centímetros entre costilla y costilla, ni el tipo de botón o el tono que tenían sus vaqueros). Esto ya ha pasado a doler demasiado. Ya no es que muera lentamente porque pierda litros y litros de sangre, es que esto es lo más parecido a una tortura que no tiene esperanzas de acabar. Se pasa los días sentada en el sillón, con una taza de té los días pares y un vaso de ginebra los impares. Así compensaría los días fríos y calurosos, los días de tristeza y de alegría, los días ebrios y sobrios, los días melancólicos y los rockeros, los días de insomnio y los que no quería despertar (ya fuese pesadilla para poder enfrentarse a monstruos o los raros para siquiera acordarte minutos después o los románticos para ponerse empalagosa y poder alardear de que sobra amor o los de dos rombos, donde el único momento donde sentía un ligero respiro fresco era cuando un hielo se deslizaba a la vez que se derretía desde su cuello, pasando por el pecho, ombligo y de ahí lo poco que quedaba a su boca) Pero mientras pasan los días en este asqueroso lugar, dedica el tiempo a imaginar lo bien que quedarían sus manos quitando la camiseta de aquel chico que apenas cruzó tres palabras aunque sí, más de un día, mirada y sonrisa. ¿Y lo bien que combinaría su carmín rojo en tu cuello, qué? Este chico, R (Erre ,sí, o algo así le llamaba, sino , ¿qué mas da?) Pues por casa solía llevar una camiseta negra y unos pantalones cortos. Y no podía dejar de imaginar toda esa ropa tirada por el suelo, al igual que la suya. Orgasmos que no cesaban, paredes que mantenían el secreto y que a la vez eran uno de los tantos escenarios de entre polvo y polvo de las noches de verano( en las de invierno ya veremos...) 

Adelantemos acontecimientos, pero no sueños.

viernes, 2 de agosto de 2013

Toxic

Creí haberte olvidado cuando, sin quererlo sentí tus manos colándose disimuladamente debajo de mi camiseta. Llevo meses que me siento, no sé... No sabría explicarlo. Pero sólo puedo decir que cuando me miro al espejo, mis ojos parecen perdidos, como si se hubieran desprendido de mi alma. Mi cuerpo busca el calor de otros. El morbo de lo nuevo. Y de lo desconocido. Tu te convertiste de un desconocido a mi querido y jodido desconocido, el culpable de todo. Por tu culpa mi vida parece un funeral. Me visto para la ocasión, me maquillo con sombra negra y labios rojos, lo justo para llamar la atención pero no tener más protagonismo que el difunto. Aunque... He de admitir que en más de una ocasión yo iba a la cabeza del tumulto de cuerpos que derramaban todo su ser y parecía que hasta parte de su vida. Morí en alguna que en otra ocasión, pero desde entonces no me quito el hábito, por si acaso, ya sabes. 

El día que te encuentre, no tendrás escapatoria. Serás mio aunque tenga que ir al infierno por ello. Prometo no comerte la cabeza, como la primera y última vez que nos vimos... Cruzaremos tres o cinco palabras como máximo en toda la noche. Pero no te despidas con un te quiero o prometo atravesar tu corazón con mis uñas. Te dejaré la señal de por vida, por si más adelante te vas con otra, que me recuerdes y ella sepa que un día fuiste mio.

miércoles, 31 de julio de 2013

Shadows settle on the place, that you left.

Quiero tocar tu voz, escuchar tus latidos, adosarme en tus costillas, rozar mis labios con tu cuello y afilar mis dientes en ti.

lunes, 22 de julio de 2013

Mi uñas son rojas como mi carmín.








El lobo te mostró sus dientes, te acarició con sus afiladas garras y te asustaste tanto que apareciste con el rabo entre las patas, cabizbajo y con ojeras más bestias que nuestras aventuras. Ahora apenas quieres rozarme. Cobarde. Lo que no sabes es que ni realmente sabes nada de mi, ni que esa te hace tan bien como crees, ni estará ahí para siempre. ¿Soportarás no volver a rozar mi piel o mis labios con tu cuello como aquellas noches? Pregunto. Si lo crees, no seré yo quien te incite a ello. Sino recuerdo mal, tu siempre fuiste la voz cantante. Quizás decidiste mal, quizás tomaste buenas decisiones. Lo que si sé es que no sientes tanto como creías  y te volviste cobarde porque tu también te diste cuenta.


"No te asuste el desgastarme soy eterno, y esas manos tan puras como el coral"

viernes, 12 de julio de 2013

Eblouie par la nuit.



















Camino entre cuerpos. No reconozco sus caras, apenas puedo recordarlas segundos más tarde. Sólo siento la necesidad de desnudar cada uno de esos cuerpos que danzan por estas calles y que como banda sonora tienen al chico de la esquina con un chelo y la sinfonía de los claxones intentando llamar la atención de muchos. Quiero fotografiarlos desnudos. ¿Para qué tanta ropa?, me digo. Algunos ya me desnudan con la mirada. Mirada de deseo y ambición. Ya no existe esa dulzura en la mirada de la gente, ya nadie se sorprende e intenta buscar algo nuevo que le mantenga con vida. Estas gentes sólo quieren cumplir con su horario de trabajo e intentar involucrarse sentimentalmente en lo menos posible. No hay tiempo para más problemas-reflejan sus caras angustiadas. No hay tiempo para el placer y la sorpresa. Tampoco hay tiempo para la diversión, cuando llegas a una edad determinada parece que quiten el derecho a disfrutar y salir de fiesta. Siento la necesidad de coger mi pistola y apuntaos a más de uno en la cabeza o quizás seas el afortunado y apunte a tu corazón y justo perfore tu arteria aorta . Será un placer sentir los latidos de tu corazón desbordando, escupiendo sangre contra mi ser. Bañarme con ella y pintarme la cara como señal de guerra y recuerdo. Pero mientras tanto te quitas la camiseta, ya te dije que no te favorecía la ropa. Me pones encima de la mesa y me desnudas, mis pulsaciones se disparan. Susurras. Te desabrocho el pantalón. Hay momentos en los que dejo de respirar, todo mi cuerpo se paraliza cuando te siento tan cerca. Me abres las piernas. Tu respiración se empieza a acelerar, la noto. No quiero dejar de besarte. Este hambre atroz me impide soltarte. ¿Al suelo? Me tumbo en el suelo, me quedo sin saliva. Estás encima mía. Me dices que no deje de besarte. Gemidos y arañazos. Mi respiración es entrecortada. Muerdes mi oreja. Ahora somos uno. Mis manos recorren tu cuerpo. Respiración fuerte, muy fuerte. Noches turbias que quisiera que no terminasen nunca. No hay nada bueno en ti, ni en tu forma de mirarme. He tenido en mis manos tu vulnerable, ambiciosa y desnuda alma.

Sucesión de cuerpos desnudos con ganas de saciar el deseo.
-Perdone, póngame un tequila, por favor. E invíteme a bailar.

jueves, 11 de julio de 2013

Futuro y presente

Esperé ansiosa la llegada de los días que vivo hoy. Días sin agobios, sin examenes ni alarmas que aumentan mis ojeras. Ya estoy en los días de no hacer nada, sin apenas obligaciones ni horarios establecidos, pero ello requiere tiempo libre, demasiado tiempo libre. Horas y horas sin hacer nada. Exceso de tiempo para pensar en lo sola que estás, lo poco que tienes y lo mucho que deseas. Echo de menos tantos momentos y gentes que me invade el pánico solo con imaginarme lo que podría estar haciendo en vez de estar aquí, sentada una noche más, matando las horas. Me hice una promesa de que este iba a ser el año, mi año. Pero no veo más que soledad y lágrimas.

martes, 2 de julio de 2013

Bájame el pantalón.

Hace tiempo que perdí la calma, que encontré la rabia esperando, no tenía ninguna prisa. Sería una orgía en el barro. Bájame el pantalón, saca el hambre atroz. Escúpeme en la pena. Me enseñaste una vez que el dolor es mejor si genera violencia. Tú, que no tienes la culpa de ser como tu, que nunca rompiste un plato, querías jugar. Quisiera destrozarte bajo mis pies. Quisiera volarte la tapa de los sesos, bañarme con tu sangre, beberme tus excesos. No dejaré que nadie te salve del infierno. Pedirán perdón los que creen que merecen absolución. Tus noches únicas van de la mano de mis noches turbias. No hay divinidad en tu forma de mirarme. Quisiera poder ponerte encima de la mesa, bajarte el uniforme, abrirte bien las piernas. Las cartas boca arriba, mis manos en tu lengua. Pedirán perdón los que creen que merecen absolución. Pedirás perdón pero nunca tendrás mi absolución.

lunes, 1 de julio de 2013

lunes, 17 de junio de 2013

Wine and Water

Y sentirte viva de nuevo cuando recorre sus dedos por tu cuello. Cuando te aparta el pelo y te lo pone tras la oreja , ese mechón bendito. Sientes un escalofrío placentero que te recorre toda la médula de arriba hacia abajo varias veces. Te mira con esos ojos claros que parece que miran en tu interior, que en realidad ven hasta el último rincón de tu alma. Miran donde tu nunca alcanzaste a ver. Te transmite una tranquilidad indescriptible. Cuando te coge la mano te tiembla todo el cuerpo...Esos ojos verdes se convierten en marrones oscuros. Estás agotada. No tienes fuerzas para caminar, para mantenerte de pie ni un segundo más. Te desplomas, buscas el punto más estable. Jadeas. Pulso acelerado. Levantas la mirada y está allí. Un vamos, tu puedes, lo has echo.- lo acompaña. Te ayuda a recuperar la estabilidad que perdiste, como aquella vez. Esto te hace tambalear, sensación de cansancio, de mareo. Te agarra, te lleva a un lugar seguro. Te mira, y te pones tan nerviosa que tu ritmo cardíaco se acelera. Él lo nota, y te agarra el brazo, como queriéndote decir; estoy aquí, no te preocupes, no te pasará nada. Y mientras habla te rodea el brazo con el suyo y lo acaricia con suavidad. Y sin quererlo vuelves a la realidad. Estás sola. Los demás no. Esperas un milagro, una llamada o un mensaje quizás, que diga, ve al aeropuerto tal día o un te echo de menos, me gustaría volver a verte. Pero el tiempo pasa, las circunstancias cambian y sigues con la misma ilusión que aquel día cuando diste -te quiero- y un volveré. Te volveré a ver. Ya perdiste la cuenta de las noches que soñaste con el reencuentro, el tiempo no había pasado para los dos y la música seguía sonando , al igual que el alcohol en vuestras venas.

martes, 21 de mayo de 2013

I just wanna feel you like the last time.

No había ni un mísero rayo de sol que rozase mi piel. Todo estaba gris, en memoria a mis recuerdos. Me tiré la noche escuchando la melodía de las gotas al impactar contra el suelo, contra mis cristales, podía sentir como se desgarraba mi alma. Podría haberme tirado horas mirando mi ventana. Como se deslizaban, como se juntaban sin importarles nada. Escuchaba voces en off constantemente. No sabía si eran reales.  Me perseguían allá donde fuese. Me paré a escucharlas y resulta que hablaban en un idioma que desconocía. A pesar de estar rodeada de voces que parecen dirigirse a mi, me siento sola. Vacía. 
Ahora me hallo sentada, con música para evitar esas voces. Y parece que estuviese en una película. Fotográmas pasan delante de mi.  Imágenes.Escenas. Conversaciones. Todas me son familiares. Tratan de recordarme que estoy viva. Que fue real. Pero todos a mi alrededor parecen ajenos a todo lo que me ocurre. Nadie ve almas comprimidas en algo menos de 50 FPS deambular por mi habitación. Almas ebrias, sobrias, con ganas de amar, con odio, desgarradas...  Cuando parpadeo, veo imágenes. Creo que me quieren decir algo pero no consigo descifrarlo. Estoy confundida. 



viernes, 26 de abril de 2013

Swim Until You Cant See Land.



Vivo rodeada de recuerdos. Siento que mi mundo se para. Podría quedarme horas mirando cada rincón de mi habitación. Cada fotografía. Me levanto cada mañana y miro nuestra foto. Sonriente. Precioso, como siempre. Y me digo que quedará menos para volver a vernos y me prometo que todo pronto volverá como meses atrás. Me repito una y otra vez que todo no fue en vano y trato de darme fuerzas, como si esto fuese una terapia, algo que me ayude a seguir caminando hacia delante. Siempre quise dar todo lo que estaba en mi mano, trataba de dejar mis problemas a un lado cuando estaba contigo. En más de una ocasión sentí como algo me presionaba el pecho y apenas me dejaba respirar, pero nunca tuve el valor de mostrarme como la débil que soy ante ti. Pero desde que me dejaste, desde que desapareciste todo es diferente. Te he necesitado demasiadas noches y no estabas. Llegué a sentir que no era yo misma, como si sin quererlo todo a mi alrededor hubiese cambiado ,como si de vivir en el polo norte, de repente me despertase en el sur. O quizás que la que había cambiado era yo, nunca estuve del todo segura. Pero lo que recuerdo e intento olvidar es muchos, demasiados momentos de pánico y ansiedad. Miedo, un miedo indescriptible. Estaba perdida como cual naufrago, me vi en un lugar total mente desconocido y el tiempo pasaba y no me hacía con él, no era capaz de adaptarme del todo. Intente empezar de cero, pero es muy duro.
Ahora siento que navego sola, un poco perdida, pero al menos veo el sol cada día aunque al llegar la noche pase frío y no distinga nada en la oscuridad, trato de acurrucarme y esperar a que amanezca.



lunes, 22 de abril de 2013

¡Hay tanto idiota ahí fuera!

Puedo volver, puedo callar, puedo forzar la realidad. Puedo doler, puedo arrasar, puedo sentir que no doy más. Puedo escurrir, puedo pasar, puedo fingir que me da igual. Puedo incidir ,escapar, puedo partirme y negociar la otra mitad. Puedo romper, puedo olvidar, puede comerme la ansiedad. Puedo salir, puedo girar, puedo ser fácil de engañar. Puedo joder, puedo encantar, puedo llamarte sin hablar. Puedo vencer, puedo palmar, puedo saber que sin vosotros duele más. Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera ¡hay tanto idiota ahí fuera! Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera. ¡sálvese quien pueda! Puedo torcer, puedo lanzar, puedo perderme en la obviedad.


miércoles, 17 de abril de 2013

Wrong direction

Estoy sentada en la ventana 21 de un tren que me lleva a conocer más mundo que este que veo cada mañana y que se repite día tras día, año tras año. Estoy en el asiento que pega a la ventana. No hago más que enamorarme de las vistas. Delante se han puesto una pareja con un crío  y no paran de de gritarse lo más callados posibles ya que están en un sitio público. Pero el crío no lo soporta y llora, llora desconsoladamente. Se bajan en la próxima parada. Menos mal, algo de tranquilidad. Se sienta un señor a mi lado, es un señor rubio con barba y una mirada cálida. Lleva un periódico en la mano y un sombrero precioso. Creo que me acabo de enamorar. Tendrá unos 80 años, aunque he de reconocer que nunca se me dio bien eso de poner edad a la gente. Se quita su sombrero y me saluda. ¡Que amable!- me digo. Se remanga y deja ver una piel arrugada y pálida ,lleva el brazo tatuado. Me quedo mirándolo. Me sonríe y me dice algo, pero no puedo entenderle. Señor, no hablo su idioma, ¿sabe inglés? ¿ Francés quizás? ¿Español? Sí, habla algo de inglés y francés una mezcla de ambos. Con nuestro idioma inventado mal hablado mantenemos una larga conversación. Es un hombre increíble. Ha vivido tanto y todo tan increíble parece de película. Me da a entender que se bajará en la siguiente parada. Nos gustaría seguir hablando. Me asegura que nos volveremos a ver, me da una dirección y me escribe algo en un idioma del cual no soy capaz ni de intuir. Me sonríe y me regala su sombrero. Maldita sea, porqué no habrá gente así donde vivo para alegrar mi odiosa rutina-Pienso mientras le veo bajar del vagón. Llevo varias horas sentada en el mismo lugar. No paro de darle vueltas a mi jodida cabeza. Y decido conectar mis cascos y darle al play durante un rato. Intenté dormir pero no quería perderme tal paisaje. ¡No se ve esto todos los días! Veo mi reflejo en el cristal. Mi mirada perdida. Y no hago más que hablar conmigo misma pensar y darle vueltas, intentar buscar una respuesta, una solución o quizás la clave sea no hacerlo.. "El tiempo corre , no espera a nadie. La vida pasa ante nuestras narices y cuando queremos darnos cuenta es tarde. Llevo tanto deseando estar en este lugar y como si en un abrir y cerrar de ojos hubiese llegado aquí y en poco me marcharé. Echo de menos abrazos y conversaciones a pesar de no acordarme apenas de su olor ni su voz, me maldigo por ello, pero no tengo la culpa, era una cría y han pasado los años. Años que pasan como días, días que pasan como segundos. Sin darnos cuenta estamos con la piel arrugada, llorando por lo que hacía días te hacía sentir jodidamente especial y por lo que ayer te daba trabajo hoy no te da ni prestigio. Ves a gente que no conoces de nada pero que todos saben quien es, pidiendo, pidiendo en la calle para beber, para poder olvidar y hacer que el tiempo pase más rápido de lo que ya lo hace o quizás que retroceda.  No hay nada ni nadie que me garantice que todo irá bien. En mis peores días imagino el día perfecto . Sueño cada noche con gente, lugares y vidas que no consigo recordar a la mañana siguiente. Pero es lo que me mantiene con vida, pues tu te marchaste un nosecuantos de enero y aquí sigo yo, en el mismo lugar, rodeada casi de la misma gente y con mucho por lo que vivir y no dejaré de luchar, de eso estoy más que segura, quizás sea de lo único."

Y un frío horrible recorrió mi cuerpo, creí rozar tu cuerpo cuando sonó el móvil.. Me desperté, y seguía estando aquí. No sabía que hacer, que pensar ni decir. Me senté en el filo de la cama con la mirada fija y sin vida por unos instantes...







jueves, 4 de abril de 2013

Since you are gone






I have nobody to speak in my worst and happy days since you're gone. 

Es difícil decir adiós, pero más difícil es que se marchen sin saber la fecha en la que volverás a ver esa sonrisa que tanto te gusta. No sabes cuando volverás a sentir sus latidos, su respiración, su piel. No puedes planear ahorrar para un vestido y unos bonitos zapatos, para ir a la peluquería, no puedes hasta ese día, el día, porque no sabes cuando llegará, ni siquiera si llegará. Planeas cada momento, cada día, cada instante. Imaginas todo lo que deseas, buenas notas al final de curso, amigos que nunca abandonan, risas que nunca faltan, celebraciones, conversaciones que duren horas y que hagan sentirte como una cría cursi, verano perfecto, vuelos a la otra punta del mundo, viajar sola aunque jamás sintiéndote sola, conocer a decenas de personas, conquistar corazones, amanecer con tequila en mano, hablar con cualquiera que te invite a una copa y tenga una bonita sonrisa en cualquier idioma mal hablado, conversar con gatos hasta las tantas, un "te echaba de menos", "lo he pasado genial", " me alegra verte" o un " no dejaré que te marches".  Maldita sea, quiero aferrarme a tu clavícula. Quiero declararte la guerra cada día y no salir de las sabanas los días pares y salir a bebernos el mundo los días impares. Sí, me gustaría mucho. Muchísimo. 
Pero en vez de eso, solo deseo que la suerte esté de mi lado para poder salir de este lugar y dejar todo lo demás al destino. 
Aunque una cosa te digo, el carmín rojo, las risas y el tequila los pongo yo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Darling.

Era una tarde de Marzo con frío y lloviendo. Apareciste sin llamar, sin un "iré a verte pronto" o cosas de ese estilo. Parecía estar en una película de la que era protagonista. Me estaban filmando. Y seguramente en cualquier momento se oiría un "corten",un "repetimos", o quizás un "descanso para comer, chicos!" 
Me avisaste con minutos de antelación. No pude ponerme mi mejor vestido,ni mi carmín rojo preferido, ni arreglarme el pelo. Aparecí con las ojeras propias de un día de entre semana, era lo único de destacaría en mí, ah y mi sonrisa. Era una cita un tanto precipitada, después de meses. Después de años esperando un momento así. Y yo con esas pintas.. Supe que no te retrasarías ni un minuto. Me iba acercando. Ya podía verte, mi ritmo cardíaco aumentó. Aún no se exactamente el motivo, pero siempre me pasa. Estaba horriblemente nerviosa. Cortaste mi respiración solo con sentirte. "¡Un café solo, por favor!" Mi sonrisa lucía nerviosa, tímida como el primer día. Dios santo, recuerdo el primer día. No sabes lo mucho que me pudo durar esa felicidad con solo verte unos minutos. Uno frente al otro. Era absurdo, pero había tanto que contar, tanto que preguntar, tanto que obviar, tanto que decir, tanto que reír. Tanto, que mi café se enfrió. A decir verdad me sentí aliviada aún tener que volver al punto en el que unos cuantos meses atrás te hallabas. No sabes lo jodidamente feliz que me hiciste. Me sentí frustrada tantas noches, no sabes cuantas noches. Creí que todo había cambiado, creí que te habían cambiado. Espero que todo salga como planeo y en unos meses recibas una carta donde mi persona sea el remitente. Planearé de nuevo todo, lo mediré bien, y todo irá a la perfección. Será el mejor año. Sí, espero que lo sea. Es hora de que lo sea.




                                                                                                               Darling, you can make your life 
                                                                         look pretty add a little ice and gin.



miércoles, 6 de marzo de 2013

Can't make you love me.

Tengo las manos manchadas, manchadas de algo que nunca quise ser, de algo que siempre odié. Pero no puedo evitarlo, estas ahí, en mi cabeza, cada noche en mis sueños y lo peor, estás en mi corazón. Y no sabes lo jodido que es llevarlo a cuestas cada día. Y no verte, no verte también se hace insoportable. Lo que más odio es no haber tenido el suficiente valor para habértelo dicho, supongo que ahora tengo la prueba de lo que siempre dije, soy una cobarde.




viernes, 1 de marzo de 2013

Your Hand In Mine

Para variar, tengo miedo. A decir verdad vivo en un constante estado de pánico por todo lo que me rodea, supongo que ello es lo que me impide disfrutar, me corta el paso más de una vez.
No te conozco pero ya tengo miedo a perderte.  Miedo a no ser suficiente, a ser el simple "hola" cuando nos crucemos y quedar en el olvido. Te evito. Porque no sé como hacer para que todo eso no ocurra, prefiero hacerlo cuando esté lista, cuando sepa como tratarte, cuando sepa controlar mi miedo y como actuar. Me miras, huyo, te acercas, intento buscar refugio en alguien, me hablas, contesto un tanto seca pero sin perder las posturas e intentando ser amable, te escribo, te digo que en este momento me vendrías genial, contestas, me siento acorralada, me pides que huya, suspiro deseando que lo digas de verdad, que me lo pidas que me pidas que nos vayamos juntos pero todo se queda en un simple suspiro y cada uno sigue como si nada.
La semana pasada soñé contigo. Y sin saber como, hace unos días me leíste el pensamiento. Pensé que también lo habría soñado, pero fue tan fuerte lo que sentí que no me cabía la menor duda de que fue cierto. Me buscabas con la mirada. Te buscaba con la mirada. Intentamos que no fuese forzado, pero deseando cruzarnos. Me sentí horriblemente mal cuando mientras caminaba, estabas frente a mi y articulabas palabras bonitas dirigidas a mi ser, no pude ni mirarte, no quise creer que era para mi, tenía miedo a ser demasiado borde , inoportuna o cría con mi respuesta así que miré al suelo y busqué un cuerpo inocente al que preguntar " ¿qué, que me cuentas?" Apreté muy fuerte mis dientes y traté de que no se notara mi dolor. En mi mente sólo se repetía un "Estúpida. Estúpida. Eres una estúpida. Qué pensará ahora de ti? " Pero sin quererlo se acercaron a mi por la espalda mientras hablaba con alguien, y sentí como iba deslizando sus manos lentamente desde mi costado hasta mi barriga sintiendo la respiración en la nuca. Desee que fueras tú. Y cuando te sentí apoyado en mi y sintiendo tu calor, supe inmediatamente que eras tu, luego me hablaste. No recuerdo bien que me dijiste, estaba tan nerviosa.. Dios mio aún no puedo creer como pude estar tan firme. No sabes lo que deseaba sentirte. No sabes lo que recorrió en aquel momento todas mis entrañas.


Collected thoughts drown in sleep
I had forgotten what you mean to me
I forgot a lot of things.
-Sarah Jeffe-




domingo, 10 de febrero de 2013

I'm gonna change my mind.

Siempre juré que cambiaría. Cambiaría mi mente, mi forma de afrontar la realidad. La jodida realidad que últimamente viene demasiado a joder. Y eso deja huella en mi piel quieras o no. Ya no es tan suave como antes, ya apenas se nota la linea que separaba mi sonrisa de mis mofletes. No. Ya no. Mis ojeras me declararon la guerra hace meses, pusieron su cartel de "Cerrado". El cansancio, el "no sé", el "estoy bien" mientras se desliza una lágrima por mi mejilla, todos ellos se alojan ahora en mis párpados. Ojos tristes, miran al suelo. Necesito un "no me olvido, no me olvido de ti", un "te echo de menos", un "quiero verte, ven, ven a hacerme una visita" . Necesito dormir cerca de ti, dormir abrazada a ti mientras apoyo mi cabeza contra tu pecho y siento tu respiración , tus latidos, el eco de tu voz retumbando en tu ser y a los pocos segundos en mi. Ser parte de ti.
Necesito que me abraces, yo subida a la acera y tu extiendas los brazos con una gran sonrisa. Y me abraces, me abraces muy fuerte. Mientras tanto yo cerraré los ojo y respiraré muy hondo. Luego que sin venir a cuento cojas mi mano y me dirijas, seas tu quien marque el rumbo. Quien decida en que bar hacemos parada esta noche.


sábado, 2 de febrero de 2013

Raindrops Keep Falling On My Head

La niebla la cubre, apenas puede ver más de un par de metros a su alrededor. Puede sentir las humedad en su pelo, como las gotas minúsculas impactan sobre su piel casi desnuda. Siente su alma vacía. Está vacía, hueca por dentro. Su voz retumba en todo su ser desde que él se marchó. Parece estar entre cuatro paredes, solo cuatro paredes, donde si dices lo más mínimo será escuchado en la otra punta del planeta a pesar de estar al aire libre. Cero paredes.
Susurra. Susurra su nombre muy despacito, sin apenas voz. Cierra los ojos, extiende los brazos y comienza a llamarle cada vez un poquito más alto. Grita. Grita muy alto, todo su ser retumba, parece que se va a desquebrajar en cualquier momento. Se queda quieta. Cuenta hasta cinco. Y grita, "¿Es que no hay nadie ahí?; ¿Nadie puede escucharme? Mientes, sé que mientes. Sé que estás ahí. Observando todo, todos mis movimientos. Hasta el más mínimo detalle. Da la cara. Sé un valiente joder!"  ...

                                                                                     
"Didn't we have almost it all?"


jueves, 31 de enero de 2013

Texture of my blood.

Y sin venir a cuento, mis pulmones deciden que no más aire. Mi garganta crea como de la nada un nudo que me impide tragar. Y mis lágrimas se manifiestan, así, como por arte de magia. Mi cabeza sigue firme, aunque será por poco tiempo. Ahora hay que decidir, decisión firme como un cirujano en la mesa de operaciones mientras su paciente está apunto de morir si no decide algo. No puedes pensar. No hay tiempo para pensar. Es hora de actuar. Sí, va a ser difícil. Pero puedes, debes poder, tienes que poder. Podrás. Así que solo me queda respirar, respirar muy hondo. Contar hasta cinco. Abrir los ojos, mirarme al espejo. Negar con la cabeza y decir que esto no puede seguir así. Tú no eras así. Me dan ganas de contar todo, todo lo que pasa por mi cabeza, todo lo que cada noche me quita el sueño. Siento la necesidad de hacerlo, pero me da miedo. Sería como desnudarme ante un desconocido, dejar que viese mis entrañas. Todos mis miedos y mis debilidades y no creo que esté preparada para eso tampoco.



                                                                  "Al final del día el simple hecho de tener el valor de no derrumbarnos, es suficiente motivo para celebrarlo."

miércoles, 30 de enero de 2013

Flapper Girl


Ha de confesar que tuvo días horribles, y digamos no tan horribles. Su inicio fue bueno, aunque dudando siempre, vamos, como es ella. Y eso siempre le hace mal. ¿Sabes lo peor? Que a pesar de ella saberlo no puede evitar dudar y siempre venirse abajo con la mínima y no solo eso, sino que todo empieza a girar en torno a asimismo pero siempre en negativo. Y es cuando sale mal. 
Volver por navidad es una frase que sólo había escuchado en los anuncios. Esos anuncios que tanto odia. La ciudad no se vistió para la ocasión, pero aprovechó el momento y lo hizo ella. Pintó sus labios con carmín rojo y vistió a sus pestañas con sus mejores galas. Y salió, salió a conquistar a la luna, su sonrisa y a todo el que se pusiera frente a ella. +¿Qué quieres para saciar ese corazón que sólo sale cada noche bajo tus sábanas? -Dame algo para que deje de gritar, algo dulce quizás, últimamente lo noto más amargo que nunca. Y con la reaparición no quiero hacerme cargo de las consecuencias. Y poco a poco fue "saciando" sus ganas reprimidas durante ese largo tiempo, no lo sacaban mucho a pasear y su caja torácica últimamente la notaba justita, me confesó. Caminó radiante. Rozó a felicidad en más de un momento de la noche. Sólo se podía escuchar una frase en su cabeza:"Deseo que calientes mi helado cuerpo con un abrazo y una buena copa, y mis manos, cógeme de la mano, no me dejes caer." Hablaba, hablaba mucho tenía miedo a que todo muriese, a que fuese un sueño nada más. Y no podía dejar de bailar. Siempre dijo "La clave del éxito es no dejar de bailar", y así hizo. 
-Oh darling I feel on the top. Damn you! -

Todo se resume en: "No quiero un final feliz, quiero serlo"

Me quedo estática, inmóvil frente a la pantalla. Parece como si nada hubiese ocurrido, como si el tiempo hubiese parado hace mucho. Ahora dudo. ¿Todo lo que creí vivir, lo he vivido realmente? ¿Todo lo que sueño cada noche, lo viviré? Mientras tanto espero una llamada desde el centro del Universo, mientras tanto las luces de mi habitación no han dejado de parpadear. 

jueves, 3 de enero de 2013

Petite Berlín

¿No se acuerda de dónde vive? Sí, Berlín, la habitación 213 es la tuya. Esta chica cada vez está más loca.-decía mientras caminaba sobre un lúgubre y largo pasillo.
Caminé hasta mi habitación, la 213. Solía estar en la 215, pero quise cambiar hace un par de días, me agobiaban aquellas cuatro paredes que escribían una historia demasiado...no sé, romántica al principio pero, ya se convirtió en una amargada y triste. Y yo ya no estaba para esos trotes, como habría dicho mi madre. Demasiados llantos a la noche y gritos al amanecer. Dependiendo del día, a mis vecinos apenas se les escuchaba discutir, quizás algún -cállate- de mala manera o algún llanto de cría desconsolada y parloteo entre muñecos que tomaban vida con la pequeña de la casa. Eso, sí tenías suerte. Porque recuerdo días que no importaba la hora, era un infierno. Solía empezar el día a eso de las 5:47, mi vecino se levantaba temprano para ir al trabajo. La ducha, y a los cinco minutos, un-¡Joder, el agua, quiero ducharme! ¿ O es que nadie me entiende en esta puta casa?- Esto hacía revolucionar la casa cada santa mañana. Creo que hasta el gato se desquiciaba desde buena mañana. Seguido de gritos entre la pareja y la cría llorando , no acuden en su rescate y esto hace que se enfade aún más, aumenten los gritos entre los dos grandes y que  la pequeña comience a chillar. Era la casa de los locos. Y yo sin apenas abrir los ojos le daba al "play" . Sino me ponía los cascos, intentaba llegar al modo en que no escuchara los gritos pero a la vez me dejase dormir un poco más, cosa que nunca surgía, o una cosa o la otra. Tras esta disputa mañanera todo se relajaba. Siempre me gustaba sentarme en el sillón que pega a la pared de papel pintado, algo antiguo y descolorido.  Tras comer ponía la música muy flojita y me mudaba a otro mundo. La peque de la casa de los locos solía jugar a esa hora. Me encantaba oír su historia. Tenía mucha imaginación y me solía sacar una sonrisa. Unos días hablaba del mar, otros de ciudades hasta de nombre desconocido, los solía inventar. Al otro lado de mi habitación vivía una chica que lloraba cada noche. Y ni te cuento en las noches de luna llena, no había quien la consolase. Me comía la curiosidad. Desde que me mudé allí y la escuchaba llorar quería saber el por qué. Recuerdo el día en que con más miedo que vergüenza me atreví a tocar a su puerta a eso de las 2 de la madrugada. Era una chica muy mona. Llevaba un vestido clarito con un cinturón a juego con los zapatos y la pinza que le sujetaba el pelo. Con los ojos tristes y una sonrisa tímida me invitó a entrar. 

miércoles, 2 de enero de 2013

Fuera rituales de iniciación

Fue un año tan poco deseado el que se acaba de marchar, que preferí no hacer recuento de batallas ganadas y perdidas porque sin duda quedaría sin vida recordando tanto caos. He de reconocer que hubo momentos buenos, muy buenos si te paras a pensar, pero este año no merecería quedarse sólo con lo bueno así que prefiero dejarlo, ahí, como algo más ocupando algunas páginas de mi recorrido por este extraño lugar al que llaman mundo. Conocí a gente a la que estoy segura a la que no olvidaré. Un curso jodidamente adorable, como hacía años que no lo tenía. Somos una gran familia. Amistades se fortalecieron, otras creyeron hacerlo pero en el último momento prefirieron quedarse a mitad de camino, y otras simplemente murieron, así, sin mas. Deseo con todas mis fuerzas poder retomar ese 2011 que tanto me marcó.